lunes, 13 de agosto de 2012

y nos echamos tanto de menos que nos da por despegar.

Las dos de la mañana y no hay contestadores, ni copas de más. La cuenta atrás se acerca peligrosamente al momento de explosión de la bomba, y yo sigo sin creerme que no vaya a venir nadie a cortar el cable rojo que lo detenga todo. Camino del aeropuerto con dos maletas que contienen todo, o casi todo, lo que significa algo para ti. Y la cabeza tan llena de planes, proyectos e ilusiones que sabes que no se van a cumplir. Pero ya está, no hay vuelta atrás. Ahora sólo podemos dejar que todo vuele por los aires e intentar recomponer lo que nos quede al llegar a tu destino. Que mañana estaré escribiendo estas lineas tumbada en otra cama muy lejos de aquí, y sí, conseguí lo que me prometí.

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Se cayeron al cajón