miércoles, 1 de febrero de 2012

Me decías cabecita loca.

Casi sin darnos cuenta hemos consumido enero. Un enero sin frío cosa que no me gusta en absoluto. Un enero quizás vacío. Y es que resulta que nos ha dado por ahí. Por vaciarnos digo. De repente un día nos soltamos, cortamos los cuatro hilos que quedaban de las cuerdas que un día nos ataron el uno al otro tan fuerte que casi no podíamos ni respirar. O quizás la que no respiraba era sólo yo, no lo sé. No te lo voy a negar en caliente me dolió, me dolió muchísimo. Pero después de consultarlo con la almohada, después de que mi ataque de orgullo se enfriara, pensé que quizás, quizás fuese lo mejor. Te lo avisé, te dije que si te ibas yo no pensaba correr detrás tuyo, porque ya lo había hecho demasiadas veces, porque tú nunca lo habías hecho por mí. Sé que te reirías si dijera que este es el último texto que te escribo, porque me río hasta yo, pero este texto no es para ti, no. Este texto es suyo. De él. Por mucho que te fastidie, que sé que lo haría si lo supieras. Este texto es suyo entero, porque me apetece, porque no me duele. Porque me hace de rabiar. Porque me hace sonreír. Porque consigue que deje de llorar. Porque a veces dice cosas demasiado bonitas. Porque sí, porque justo en este momento Eva Amaral acaba de susurrarme un "tú amiga más fiel..." al oído y no he podido resistirme.

2 comentarios:

  1. Me parece precioso lo que escribes.. me he sentido idenfitificada con lo de que " yo no pensaba correr detrás tuyo porque tu no lo habías hecho nunca por mi" sé que te reirás si te digo que este es el ultimo texto que te escribo.."
    Muy identificada, de verdad..
    Me seguiré pasando por aqui.. :)
    Sigue así y mucho ánimo!
    Besos desde:
    http://sicatorcevidasondosgatos.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  2. ¿Sabes que acabo de enamorarme de tu banner? Es una de mis películas preferidas de todos los tiempos.

    Un beso, preciosa.

    ResponderEliminar

Se cayeron al cajón